Del «Girl’s Day» a «Mujer e Ingeniería»
Defensa de una visión feminista en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón.
Del “Girl’s Day” a “Mujer e ingeniería” significa mucho más que un cambio de título, simboliza la lucha que desde ISF Asturias realizamos para defender una visión feminista en la Escuela Politécnica de Gijón (EPI).
En el año 2014 la EPI decidió replicar una idea de otros países del norte y universidades con cierto renombre y se comenzó a realizar el ”Girl’s Day”, un día dedicado a que las mujeres se impliquen en el mundo de la ingeniería.
Desde que nos enteramos de tal acto en ISF Asturias nos empezamos a mover. Primero para mantenernos informadas y enterarnos de lo que allí se iba a realizar, y qué le vamos a hacer, nuestro carácter subversivo no nos permitía dejar pasar una ocasión así para remover alguna conciencia. Por supuesto, también queríamos aportar nuestra visión de género de forma constructiva.
Lo cierto es que la elección del nombre “Girl’s day” nos pareció horrible desde el primer momento, ¡¿el día de las chicas?! En un año hay muchos días, y los de las chicas al igual que los chicos, son todos. Además este nombre dejaba entrever un trato algo paternalista a nuestro parecer, que infantiliza a las mujeres.
Desde la escuela se decidió traer a mujeres asturianas que trabajaban de alguna forma en puestos relacionados con la ingeniería. La elección de estas mujeres no estaba exenta de polémica, una de las escogidas era una conocida bloguera que dedica sus entradas a actividades que sostienen un estereotipo de la mujer femenina, bonita, siempre dispuesta y entregada… Y poco más, después hacer la típica visita del día de puertas abiertas.
El primer año realizamos un acto protesta junto a las Asambleas de Estudiantes de la Universidad de Oviedo, entrando a la sala de conferencias disfrazadas de animadoras (muy Girl’s Day) y exponiendo los datos de igualdad de los que la Universidad de Oviedo no podía alardear, ya que no existe una estructura real en la que las mujeres estemos en igualdad de oportunidades.
Empezamos a trabajar la transversalización de la perspectiva de género en la EPI de Gijón, desde nuestra presencia en la universidad con el grupo de trabajo Mocedá, asociación inscrita en la universidad que tiene su principal alcance en el campus de Gijón.
Un ejemplo de la falta de concienciación es el nombramiento de las calles del Campus de Gijón. Todas ellas con nombres de ingenieros, ochos hombres, entre los que no se hace referencia a ninguna mujer ingeniera. Esta decisión, aprobada por la Junta de Gobierno del Ayto. de Gijón a propuesta de la Universidad, refleja la irrelevancia que las instituciones competentes otorgan al valor de igualdad. Tras proponer y proponer nombres de mujeres para las calles y edificios este tema ha quedado pendiente por la dificultad de cambiar lo aprobado en junta ,y la desidia de las personas que deberían mover este tema desde sus puestos de representación.
Lo que sí conseguimos fue que la empresa municipal de transportes de Gijón modificase en los sistemas informáticos, las pantallas del bus y las aplicaciones, el nombre de “Escuela de Ingenieros” por “Escuela de Ingeniería”, lo cual tienen un enfoque mucho más amplio que incluye a todas las personas, además de corresponderse con el nombre real. Aún seguimos a la espera de que se cambie este nombre en la marquesina del autobús.
El segundo año que se realizó el “Girls Day”, aún con ese nombre, volvimos a la carga exponiendo nuestra visión sobre este tema. Y dio resultado, la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón creó un grupo de género donde debatir, proponer actividades y tomar decisiones con dicha visión de género. Allí nos metimos.
El “Girl’s Day” pasó a llamarse “Mujer e ingeniería”, un nombre mucho más acertado a nuestro entender. Se creó entre las personas que conformaban el grupo una guía de estilo, básicamente recalcando la necesidad de utilizar un lenguaje no sexista en las comunicaciones tanto internas como externas. Esta decisión se respaldó en alguna ocasión con el simple hecho de que hay una ley (Ley Organica 3/2007) que obliga a las instituciones a utilizar lenguaje inclusivo, ya que levantó alguna ampolla entre la comunidad universitaria…Tristemente hay que seguir explicando que una mujer que preside es presidenta y no presidente.
Aunque algunas personas no vean o no quieran ver el problema, el hecho es que existe un techo de cristal, un techo transparente que impide a muchas mujeres avanzar en sus carreras profesionales. Se nos repite constantemente el interés porque sean cada vez más las mujeres que estudian ingeniería, sin embargo son escasísimas las acciones que se llevan a cabo para fomentar dicha participación y numerosas las que resaltan la presencia del hombre en estas titulaciones.
Queda mucho camino que recorrer, pero se han dado también muchos pasos. Desde ISF seguiremos en este camino con paso firme, seguiremos reflexionando, seguiremos debatiendo y defendiendo una sociedad justa que tenga en cuenta, valore y respete a la mitad de la población, y no solo en el papel.