ISF Asturias participa en coloquio sobre Economía del Bien Común
El 8 de mayo tuvo lugar en la cafetería y librería de Gijón Toma 3 un coloquio sobre Economía del Bien Común. El acto, organizado por la Fundación para el Fomento de la Economía Social y la Escuela de Emprendedoras y Empresarias de Asturias, comenzó con una conferencia de José Juan Cabezuelo, director del portal de la responsabilidad social, del emprendimiento social y de la economía del bien común. La charla describió de modo claro el origen y principales rasgos de una propuesta, a la vez ideológica y práctica, poco conocida pese a ser bastante reciente, pues surgió en 2010 con un libro del mismo título del profesor austriaco Christian Felder.
Seguidamente, se abrió el coloquio a las personas y organizaciones asistentes, muchas de ellas expresamente invitadas como era el caso de ISF Asturias. También participaron la Fundación Albergue Covadonga, El Telar Asociación de dinamización comunitaria, Adeipa, Cruz Roja Gijón, UGT, Coop57, Fiare o el Colegio de Graduados Sociales. En su turno, ISF Asturias mencionó actividades propias muy en consonancia con el marco conceptual del evento, tanto en Sur (promoción del emprendimiento asociativo con enfoque de género en África Subsahariana) como en Norte (fomento años atrás de empresas de inserción social y, ahora, toda la línea de consumo responsable y lucha contra el poder corporativo que incluye los Repair café, la campaña de agua, los calendarios de productos de temporada y proximidad o la distribución de café de comercio justo).
Las personas participantes parecieron estar de acuerdo en que muchos de los rasgos de la Economía del Bien Común, que propone reemplazar la competencia por la cooperación tratando de beneficiar al mayor número de personas a partir de iniciativas locales, ya formaban parte de líneas de pensamiento previas como la economía social y el cooperativismo, la responsabilidad social corporativa, la banca alternativa, el balance social o el desarrollo humano de la ONU. Además, fueron señaladas carencias en el campo del género o del salario social. No obstante todo ello, este enfoque puede ser un buen aglutinador de múltiples experiencias sociales alternativas que ya funcionan pero desconectadas entre sí, a la vez que anima a que se pongan en marcha otras nuevas. Para ello es necesario que los poderes públicos lo hagan suyo facilitando vías prácticas mediante leyes y otras regulaciones.