Manifiesto de apoyo al pueblo saharaui
Desde Ingeniería Sin Fronteras (ISF) condenamos la injusta situación que sufre el pueblo saharaui como consecuencia de la violación del derecho de independencia de los territorios del Sahara Occidental; un hecho avalado y recogido en la Declaración de otorgamiento de independencia a los países y pueblos colonizados (Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General), y a pesar de las múltiples manifestaciones de la ONU reconociendo la misma injusticia.
Censuramos la actuación del Gobierno de España, que durante décadas ha incumplido con su responsabilidad de descolonizar el territorio del Sahara Occidental. Y no sólo no lo ha conseguido, sino que no ha participado de manera activa en la resolución del conflicto. Esta situación se produce porque todos los gobiernos democráticos españoles han ido asumiendo el acuerdo tripartito de Madrid en el que Franco cede el territorio a Marruecos y Mauritania. Según el dictamen del consejero jurídico de la ONU (S/2002/161, enero 2002), este documento no es válido y, por lo tanto, el territorio se encuentra aún en proceso de descolonización.
A su vez, condenamos el silencio mediático sobre las sistemáticas violaciones de los derechos humanos que el Reino de Marruecos comete en los territorios ocupados del Sahara Occidental.
Asimismo, expresamos nuestra repulsa a la brutal represión que sufre la población saharaui en dichos territorios.
En consecuencia, denunciamos los acuerdos comerciales entre España y Marruecos en los que se expolian los recursos naturales del Sahara Occidental.
Es por esto que desde ISF exigimos al gobierno de España que:
Reconozca a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), como estado soberano e independiente:
- participe activamente en la exigencia de la celebración de un referéndum de autodeterminación libre, transparente, verificable e imparcial, que contemple la opción de independencia del Sahara Occidental;
- condene y ponga las medidas adecuadas para evitar las sistemáticas violaciones de derechos humanos, rompiendo las relaciones comerciales y diplomáticas con el Reino de Marruecos hasta que no se asegure el cumplimiento de los mismos;
- deje de participar en el expolio de los recursos naturales del Sahara Occidental y garantice la conservación de los mismos, exigiendo en primer lugar, a las empresas españolas, que cesen las actividades comerciales ilegales que están llevando a cabo en el Sahara Occidental.
- Además, exigimos el cese inmediato de la venta de armas a Marruecos, que conlleva la generación de un clima bélico que favorece la ocupación ilegal del territorio y dificulta la resolución pacífica del conflicto. Dicha actividad sitúa al gobierno español fuera de la legalidad nacional e internacional, que prohíbe la venta de armas a un país en conflicto.
En definitiva, exigimos al gobierno español que asuma su responsabilidad como potencia administradora del territorio del Sahara Occidental, y culmine el proceso de descolonización interrumpido.
A su vez, condenamos la parsimonia con la que actúa la ONU en sus resoluciones y la ineficacia en la aplicación de las múltiples conversaciones con marco internacional que se celebran entre ambas partes. Este escenario hace inútil llegar a una solución proporcionada a la injusta realidad a la que se encuentra sometido el pueblo saharaui. Por esto, exigimos que se vigile el cumplimiento de los derechos humanos tanto en los territorios del Sahara Occidental como en el Refugio de Tindouf, ya sea concediendo estas competencias a la Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sahara Occidental (MINURSO) o al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que actualmente no tiene presencia en los territorios. Igualmente, reclamamos medidas de protección frente a la expoliación de los recursos naturales del territorio del Sahara Occidental.
Además, condenamos la pasividad de la ONU ante la expulsión del Reino de Marruecos de los medios de comunicación previamente al desmantelamiento del Campamento de la Dignidad, la ausencia de investigación al respecto y la exigencia de responsabilidad del gobierno marroquí ante los sucesos ocurridos durante y después del desmantelamiento de dicho campamento.
Por estos motivos, ISF se siente comprometida con la causa saharaui, con el impulso de una solución justa y sensible al sufrimiento al que se ha condenado tanto a las personas refugiadas en Argelia como a las agresiones a quienes viven el conflicto desde dentro.
Manifiesto firmado en febrero de 2012.
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