Programa Asturiano de DDHH – Diecisiete años de acogida y testimonio

Colombia está lejos de vivir en paz. En el año 2016 disminuyeron los casos de violencia asociada al conflicto armado interno, pero se incrementaron los ataques selectivos, sistemáticos, contra los dirigentes sociales y personas que defienden los Derechos Humanos, de manera grave contra movimientos sociales y políticos como Marcha Patriótica y Congreso de los Pueblos, dirigentes campesinos-as e indígenas y afros, sindicalistas, personas de las organizaciones de LGBTI. Las agresiones provienen, en su mayoría, de los grupos paramilitares y de la fuerza pública en territorios sometidos a re-paramilitarización, incluidas las zonas abandonadas por las FARC.

El gobierno colombiano niega la existencia de los grupos paramilitares y el carácter sistemático e impune de los ataques contra la dirigencia social (134 dirigentes sociales y defensores-as de los Derechos Humanos, ambientalistas, indígenas, afros… asesinados en los últimos 15 meses). Para Amnistía Internacional “Muchos de estos ataques están vinculados con grupos armados que buscan tomar el control de tierras ricas en recursos pertenecientes a las comunidades rurales para explotarlas con fines económicos”.[1]

13 Delegación Asturiana en Cajamarca

Colombia sigue siendo uno de los países más desiguales de América y tiene una de las mayores tasas de crecimiento y de corrupción. La pobreza es mayor en las zonas rurales. El conflicto social se agravó con la llegada de las multinacionales del sector minero y energético y con las privatizaciones y el despojo violento de territorios a siete millones de personas desplazadas internas.

El Programa Asturiano de Atención a Víctimas de la Violencia en Colombia ha acogido en los últimos 17 años, en refugio temporal, a 107 personas entre sindicalistas, defensores-as de Derechos Humanos, dirigentes de organizaciones campesinas, indígenas y negras, que están bajo amenazas de muerte o han sobrevivido a atentados. Los asesinatos, en septiembre del 2005 de LUCIANO ROMERO MOLINA que compartió el refugio de Gijón en el 2004, y el asesinato de HENRY RAMIREZ DAZA en abril del 2010, pusieron sobre la mesa en Asturias la cruda realidad de un país donde el Estado no protege de manera eficaz a quienes defienden los Derechos Humanos.

Contamos con el acompañamiento de ISF Asturias al Programa y a las personas refugiadas, y resaltamos el envío al terreno en los últimos años de una persona de ISF Asturias como parte de la Delegación Asturiana de Verificación del estado de los Derechos Humanos.

En Colombia se siguen violando de manera sistemática los Derechos Humanos. Hay un plan de exterminio en curso. La protección internacional sigue siendo necesaria.

Audiencia de la 13 Delegación Asturiana en la Finca La Europa

Detrás de cada refugiado-a colombiano-a hay una organización social potente, una historia de lucha por los derechos colectivos, y el valor de ponerle nombre y cara a las grandes empresas que se benefician del horror en los territorios donde se siembra palma aceitera, se construyen represas, o se extrae carbón, oro, petróleo, esmeraldas, níquel.

Javier Orozco, Coordinador del Programa Asturiano de Derechos Humanos


[1]              Colombia: El acuerdo de paz debe abrir la puerta a la justicia. Amnistía Internacional. 1 de diciembre/16

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