Acompañando al Sur desde el Norte: ISF Asturias presenta la película “Yo capitán” en la XII Muestra de cine social y de derechos humanos de Asturies (MUSOC)
La MUSOC está al cargo de una red de organizaciones sociales. Entre otras tareas, cada una de esas entidades debe presentar una película del programa. Ingeniería Sin Fronteras Asturias (ISF) colabora desde hace años con la MUSOC, y en esta ocasión lo hace presentando una película que nos cuenta una historia sobre África, continente en el que llevamos mucho tiempo cooperando.
ISF es una ONG que surgió por la preocupación de un grupo de personas acerca de las implicaciones éticas y sociales de las tecnologías; en últimas, por la relación entre tecnología y desarrollo. Esa preocupación se materializa en trabajo aquí, en el Norte, en Asturias (tareas relacionadas con consumo responsable, educación para el desarrollo y defensa de derechos humanos, muchas veces mezcladas entre sí como sucede en la colaboración con MUSOC), y en el Sur (acompañamiento de procesos de desarrollo territorial emprendidos por organizaciones locales de países empobrecidos). Durante más de tres décadas hemos tenido presencia en diferentes partes de esa realidad compleja, multiforme y desconocida que simplificamos bajo la palabra África: campamentos de la RASD, Mozambique, Angola, Camerún y, los últimos años, Guinea Conakry. Nuestro trabajo en Guinea se beneficia de subvenciones de diferentes entidades públicas asturianas, como el Ayuntamiento de Avilés que hoy acoge la proyección de esta película.
Es difícil valorar hasta qué punto todos estos esfuerzos han mejorado realmente la situación de esos sitios. Probablemente sí la vida de un número relevante de personas, con casi total seguridad no los problemas estructurales abismales entre el Norte y el Sur que condicionan esas vidas y las de otra mucha gente. Entonces, ¿por qué seguimos haciéndolo? Porque ese trabajo nos permite estar cerca de esa gente, acompañarla, conocer de primera mano una parte de sus realidades y poder contarlo a la vuelta aquí, cerrando así el círculo entre nuestras tareas de Sur y de Norte.
El voluntario de ISF que presenta esta película había leído hace poco dos libros recomendables por tener mucho que ver con todo esto y haber sido escritos por africanos. El primero inicia la trilogía “El imperio de los cautivos”, publicado por la ONG también asturiana y con vocación africana Matumaini; su autor, el camerunés Boniface Ofogo, no puede volver a su país por haber descrito en la obra la situación de profunda desesperanza que aqueja a la mayor parte de la población y, en especial, a la población joven; esa situación es fruto directo del periodo colonial bajo el yugo de Francia y la forma como después fue gestionada la descolonización para que se mantuviera la sumisión respecto a la metrópoli. El segundo libro es “Hermanito”, autobiografía de su autor, el guineano Ibrahima Balde en colaboración con el periodista vasco Amets Arzallus; Ibrahima relata el periplo que sufrió siguiendo la estela de su hermano menor que un día dejó a su familia para venir a Europa atravesando varios países, el desierto de El Sahara y el Mediterráneo; con contenidos muy similares, la película “Yo capitán” proyectada en esta sesión de MUSOC relata la odisea de dos adolescentes desde Senegal, un poco más al Norte que los países mencionados, hasta Italia.
Su director, el italiano Matteo Garone, comenzó su carrera dirigiendo varias cintas de temática similar sobre inmigración y diferencias culturales, aunque saltó a la fama internacional hace poco más de 15 años con “Gomorra”, basada en el libro superventas de Roberto Saviano acerca de la Camorra napolitana. A diferencia de los autores de los libros reseñados, Garone no es africano. Pero, en entrevistas sobre “Yo capitán”, dice haberse esforzado en enfocar su obra desde el punto de vista de dos personas procedentes de este continente. En su corta trayectoria, la cinta ha recibido distinciones en diversos festivales, ha sido nominada como película de habla no inglesa para los Óscar y pasó recientemente por las salas de Gijón durante el FICX61. Es una película dura que sin duda conmoverá al público. Debe conmover a toda persona emocionalmente sensible e ideológicamente solidaria. Veámosla, acompañemos a estos dos adolescentes así sea en la comodidad de una sala de cine avilesina, conmovámonos con ellos y, a partir del día siguiente, decidamos qué queremos hacer respecto a la realidad que refleja.
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