Extractivismos: la recolonización perversa de los sures
El Programa Asturiano de Derechos Humanos cumple 25 años y por ello el Gobierno de Asturias, a través de la Dirección General de Agenda 2030 celebró el 10 de Septiembre en Oviedo las jornadas sobre Extractivismos y defensa de los territorios.
Iniciando la jornada las presidentas de la Coordinadora de ONGD del Principado de Asturias (Codopa), Ana Andrés, y de Soldepaz Pachakuti, Marta Pérez, así como Beatriz Coto, directora de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo y eatriz González Prieto, viceconsejera de Derechos Ciudadanos, han introducido los dos bloques de diálogo que se presentaban este día.
En este primer diálogo, Juan Ponte, director general de Agenda 2030, introduce a la sindicalista, exsenadora, exministra de Trabajo del Gobierno de Gustavo Petro y precandidata presidencial en Colombia, Gloria Inés Ramírez.
Gloria Inés, comienza a explicar la historia extractiva sufrida en América (Abya Yala) y cómo desde la reivindicación por los derechos humanos, a través del sindicalismo y la lucha colectiva de los pueblos indígenas, se consigue elevar a políticas públicas la necesidad de transformación social y económica de los territorios que han sido históricamente centro del extractivismo del norte global.
“El extractivismo es una recolonización perversa de los Sures. Hoy en día este colonialismo extractivo tiene diferentes caras, pero el fin sigue siendo el mismo: extraer riquezas de nuestros territorios para beneficio ajeno.” Gloria Inés Ramírez
En los últimos años, América Latina perdió casi 15 millones de hectáreas de bosque entre 2015 y 2023 (1,2% del total forestal de la región). En Ianomami (Brasil), la deforestación vinculada a la minería ilegal aumentó de 1.236 hasta 5.053 hectáreas, lo que supone un incremento del 300% entre 2018 y 2022.
Hoy en día el extractivismo en Colombia se centra en la explotación de bosques de la Amazonia, minería ilegal y construcciones de vías no reguladas, así como la extracción del carbón, petróleo y gas.
En Colombia, tras los esfuerzos por parte de los pueblos indígenas, los colectivos en defensa de la naturaleza y las políticas públicas, se consiguió reducir la deforestación un 50% durante el año de 2023. Sin embargo, durante el primer trimestre de 2024 esta aumentó en referencia al mismo periodo del año anterior.
Impactos
Teniendo en cuenta que las tareas de cuidado recaen mayoritariamente sobre las mujeres, ellas son también las primeras en sufrir las consecuencias de las explotaciones extractivas: la escasez de agua potable, el aumento de enfermedades y la contaminación de la tierra, entre otras.
De esta opresión surge una nueva oleada de luchas feministas, con voces renovadas que lideran el movimiento en defensa de la tierra. Esta posición, sin embargo, también las convierte en objetivo de empresas transnacionales, corporaciones y actores armados.
Gloria habla del corredor minero, formado por 7 municipios. En estos municipios, una vez acabada la explotación minera, lo que queda es la falta de empleos, trabajadores enfermos y una gran contaminación de los suelos y el agua. Afirma que para que estos lugares puedan regenerarse se necesitarían al menos 300 años.
Alternativas
Los impactos del extractivismo inciden en todas las dimensiones: económicas, sociales, culturales, espirituales y ecosistémicas.
Por todo ello, las propuestas y la resistencia de los pueblos se basa en restaurar a partir de economías solidarias, soberanía alimentaria y una transición energética justa.
El Gobierno ha comenzado a impulsar las Comunidades energéticas rurales, expandiendo la potencia solar instalada, se ha prohibido el fracking y nuevas exploraciones de explotación de hidrocarburos.
Iniciativas como la red de viverismo comunitario en Caquetá, Guaviare, Putumayo y Meta, han demostrado que es posible restaurar los ecosistemas. Los pueblos indígenas, guardianes de los bosques, cultivan frutos amazónicos, frenando así la deforestación y creando corredores biológicos. En la Sierra Nevada, los pueblos indígenas se enfrentan al envenenamiento de las aguas y ponen en peligro su cosmovisión debido a la tala y a la minería ilegal. La protección ambiental no solo pasa por la restauración ecológica, sino también por recuperar las culturas y la espiritualidad que están ligadas a la naturaleza.
Gloria Inés finaliza sentenciando que “la tarea es descolonizar la economía con la voz y la fuerza de los sures en el escenario global.”
A toda la jornada le acompañó un grito de aliento hacia el pueblo palestino y el reconocimiento a la Global Sumud Flotilla, que se dirige hacia gaza para hacer un corredor de ayuda humanitaria.







